jueves, 10 de junio de 2010

Floggers

Se conoce como flogger a una moda adolescente originaria de Argentina, que baila la danza conocida como tecktonik originario en Europa y meten algunos pasos de shufle y jumpystile y tienen una relación estrechamente relacionada con Fotolog.com, un sitio web donde se suben fotos y donde sus usuarios pueden comentar en ellas.
Se ha vuelto muy popular entre los
jóvenes, para convertirse en casi un hábito o forma de vida. La palabra Flogger proviene de "flog", apócope de Fotolog. La popularidad de un fotolog se basa en la cantidad de firmas (comentarios) diarias a las fotos y sus amigos/favoritos. Los fotos subidas en sus respectivos fotologs suelen ser autorretratos.

El estilo estético de los floggers se compone principalmente por el uso de pantalones chupines de colores llamativos (apretados jeans o joggings). Usan como zapatillas las deportivas de lona, las de horma ancha (las que usan también los skaters) o las Converse. El peinado que los distingue es semi-largo en los varones, esmeradamente lacio, y un flequillo en ambos géneros que tapa parcialmente, o por completo los ojos, imitando el peinado emo.
También son conocidos por utilizar tiradores y chupines con cintura alta, que es lo último en moda de los floggers, ya que utilizan la misma ropa que se usaba en otras épocas. La diferencia de ropa masculina y femenina prácticamente no existe ya que ambos sexos usan ropa sumamente parecida, e incluso el sexo masculino llega a vestir ropa tradicionalmente femenina. El acceso a este tipo de prendas habría comenzado con tímidos préstamos entre familiares del sexo opuesto, hasta la adquisición directa por parte del interesado una vez afianzado en la tribu. Factores como el peinado, el rango de edades, la extrema delgadez y el intercambio de ropa entre los géneros suele dificultar la diferenciación de los sexos.

La ideología que comparten los floggers no se caracteriza por tener raíces especialmente profundas. Los ideales que particularizan a esta tribu tienen que ver con el culto a la propia imagen, el deseo de tener muchos admiradores, y el de ser reconocidos como famosos. Suelen mostrarse indiferentes ante las cuestiones sociales en general para centrarse en sí mismos la mayor parte del tiempo, y no son violentos.

Como resultado de las constantes agresiones que vienen sufriendo los floggers, generalmente a manos de los denominados cumbieros, es que muchos de ellos han comenzado a reprimir gran parte de sus actitudes distintivas, como la de vestirse de manera llamativa y ambigua, o la de llevar el flequillo lacio que los identifica. Se han reportado casos de padres de floggers que, a partir de los asesinatos perpetrados, han solicitado a sus hijos cortarse el cabello, y disimular su pertenencia al grupo. De a poco se observa, si no un declive, al menos un ocultamiento de un sector de la sociedad que teme, no ya por su integridad psicológica, sino física. Aquellos que otrora destilaban desprejuiciadamente por las calles de Argentina, hoy ya no lo hacen de la misma manera, e incluso muchos de ellos han optado por movilizarse en grupo. Y es que si bien para el común de los argentinos su existencia es tolerada y respetada, no todos los floggers gozan de esa posición socioeconómica alta a la que tanto se los intenta vincular desde los estratos más ralos, y tarde o temprano, muchos deberán volver a su barrio sencillo en donde, de seguro, deberán cruzarse con algún cumbiero.

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